Consideraciones para lograr un maíz tardío de calidad

Consideraciones para lograr un maíz tardío de calidad

La campaña 2022/23 cerró con unas 10,5 millones de hectáreas sembradas (SIMA), de las cuales más del 60% correspondieron a siembras tardías. Ante la falta de condiciones, la opción de elegir híbridos de ciclo corto que se adapten a distintos ambientes y permitan versatilidad de manejo es interesante. Al atrasar la fecha de siembra, es clave ajustar ciertos puntos del manejo para explorar el mayor potencial según cada región.

Ante la falta de humedad en los suelos, la superficie destinada a maíz de primera sufrió varios replanteos. Las últimas lluvias no lograron el abastecimiento hídrico necesario para avanzar en tiempo y forma con las siembras tempranas. Por otro lado, los últimos registros de precipitaciones complicaron el avance en las labores de siembra, haciendo que varios productores se vuelquen a la implementación de fechas tardías.

La fecha de siembra condiciona el ambiente hídrico y fototérmico que explora el cultivo durante su ciclo y, en consecuencia, los rendimientos potenciales, alcanzables y logrados. Las modificaciones en las condiciones ambientales y el nivel de rinde que surgen de un cambio en la fecha de siembra determinan además la necesidad de ajustar otras decisiones de manejo.

Durante las últimas campañas se viene manifestando una evolución de las siembras tardías, principalmente gracias a que se posiciona como un planteo de inversión interesante.

La idea que afirmaba que hacer un maíz tardío significaba resignar algunos quintales, por lo que se debía seleccionar híbridos de menor potencial productivo, reduciendo la fertilización, hoy ya dejó de ser válida.

Existen gran cantidad de ensayos que demostraron que es viable elevar los pisos de rendimientos de maíces tardíos con un buen manejo agronómico, una correcta elección de genotipos y el cuidado fitosanitario necesario.

 

Recomendaciones para una siembra tardía eficiente

Para poder estimar de forma precisa el rinde esperado en cada lote, es importante ajustar la elección del híbrido, un eficiente control de malezas y enfermedades, la densidad de siembra y la fertilización para lograr maximizar el rendimiento.

Manejo de malezas
Un manejo de malezas integral es prioritario para garantizar la disminución de la población presente, la reducción de competencia por recursos y la calidad de cosecha.  El uso de herbicidas pre-emergentes y selectivos en dosis ajustadas resultan una estrategia eficiente antes de la siembra y durante el desarrollo del cultivo.

Monitoreo
El monitoreo y registro de malezas, plagas y enfermedades es fundamental para evitar escapes y detectar anticipadamente la presencia de plagas y enfermedades, midiendo incidencia y severidad, y de ser necesario, aplicar tratamientos químicos. Actualmente tenemos amenazas que explotan en poco tiempo y cuando las reconocemos ya es tarde para cualquier tratamiento. Las acciones preventivas siempre muestran mejores resultados.

Selección del híbrido
Uno de los factores determinantes es la elección del híbrido. La correcta selección de genotipos con adaptación al ambiente explica gran parte de los rendimientos obtenidos, dado que aseguran maximizar la eficiencia en el uso de los recursos. Los híbridos de ciclo más corto en siembras tardías permiten explorar el período crítico del cultivo en febrero, donde las condiciones de humedad, según el año, son favorables, evitando un estrés en un momento clave de la definición de rendimiento, a su vez alcanzan la madurez fisiológica antes de que comience el período de heladas.

Por ejemplo, el LT722 VT3P de La Tijereta, es un hibrido de ciclo intermedio, que manifiesta gran adaptación, rendimiento y estabilidad en la mayor parte de la zona núcleo, especialmente en planteos conservadores de hasta 90qq/ha. Incorpora la tecnología VT3P con tolerancia a la aplicación de herbicidas a base de glifosato*, tecnología RR2, y protección contra el ataque de ciertos insectos lepidópteros. Además, confiere control contra insectos del género Diabrotica otorgando seguridad y protección radicular.

Gracias a su tratamiento de semilla Acceleron® ayuda a mejorar la salud de las plantas en este estadio a través del control de enfermedades, la protección contra insectos y la mejora en el vigor y la densidad del cultivo, traduciéndose esto en mayor Potencial de Rendimiento.

Fecha de siembra
Si bien, la fecha de siembra depende de la región y de las condiciones climáticas, es clave asegurarse que el perfil mantenga los niveles de humedad necesarios para que el cultivo alcance la madurez antes de las heladas, respetando las densidades, según híbrido y condición ambiental.

Calidad de siembra
Planificando la siembra, conviene ser conscientes de hasta qué punto la calidad de siembra impacta sobre el rendimiento final de los cultivos. Una mala calidad de siembra genera competencia dentro del cultivo, con plantas dominantes y dominadas, lo que impacta fuertemente en el rinde.

Esta depende de la uniformidad espacial y temporal de siembra. La primera esta dada por la distribución de las semillas en la línea de siembra, mientras que la segunda, por la profundidad de siembra, la cual determina la velocidad de emergencia e implantación de cada planta.

Una mala calidad de siembra genera competencia dentro del cultivo, con plantas dominantes y dominadas, lo que impacta fuertemente en el rinde. El especialista de INTA Manfredi Fernando Scaramuzza explicó que “por cada centímetro que nos alejamos del nivel de tolerancia aceptable en la distribución de semillas en la siembra de maíz (+/- 5 cm de desvío) se pierden 62 kg/ha en el rinde. El desvío promedio estimado en 2016/17 en Argentina es de 12,67 cm”. (Fuente: Aapresid)

Densidad de siembra
La densidad de siembra es una variable de manejo simple de alto impacto en el rendimiento y en los costos de la campaña. La densidad de siembra debe reducirse en maíces tardíos, considerando que las condiciones fototérmicas favorecen una alta tasa de crecimiento vegetativo que genera plantas de mayor porte, y que el ambiente de menor potencial puede limitar la tasa de crecimiento de las plantas en el período crítico y por lo tanto del rinde.

Los valores de densidad óptima económica en planteos de fecha de siembra tardía presentan un rango más acotado que el maíz temprano (mínimos más altos y máximos más bajos). Según CREA Norte de Buenos Aires, los valores de densidad óptima económica podrían rondar en 63.000, 68.000 y 75.000 plantas/ha para ambientes de baja, media y alta productividad.

A modo orientativo, la densidad en planteos tardíos puede reducirse entre un 10 y un 20% respecto a los tempranos.

Es importante tener en cuenta que, ante un aumento de densidades, la presión de enfermedades vasculares en maíz tiende a ser mayor, especialmente en cultivos de siembra tardía.

Nutrición
En términos de nutrición, el maíz tardío, al igual que los sembrados en otras fechas, también requiere de una reposición de minerales para favorecer un buen crecimiento inicial, obtener cultivos más sanos y potenciar el rendimiento en grano. Más allá del nitrógeno, debemos considerar asegurar otros nutrientes que pueden estar limitando la producción, como el azufre, el zinc en algunos casos, además del fósforo.

También debe contemplarse que planteos de alta densidad deben ir acompañados de una nutrición diferencial y considerar que los mismos tienden a ser más inestables si finalmente no se presentan condiciones ambientales adecuadas.

MICROFUSIÓN es un fertilizante microgranulado multielemental de Recuperar S.R.L., que combina Nitrógeno de liberación gradual con la tecnología de microgranulado con control de diámetro, con mezcla química de nutrientes específicos para maíz (N, P, S, Zn) l aplicarlo junto con la semilla, no produce fitotoxicidad y maximiza la absorción de nutrientes. Tiene una granulometría muy pareja y no es higroscópico, por lo que es fácil aplicarlo, independientemente de las condiciones ambientales. Con una dosis de 75 kg/ha, se reemplaza 100 kg/ha urea + 100 kg de MAP a la siembra del cultivo de maíz.

Un análisis de suelo es fundamental para determinar los niveles de nutrientes disponibles y ajustar la fertilización garantizando las necesidades del cultivo, prestando especial atención en nitrógeno, fósforo y potasio.

Como recomendación final, siempre es recomendable trabajar en colaboración con especialistas zonales, compartiendo información actualizada de manera que las decisiones sean específicas para el cultivo de maíz tardío en el ambiente a implantar.

 

Fuentes consultadas:
- Informe elaborado por SIMA (Sistema Integrado de Monitoreo Agrícola)
- Aapresid